final alternativo del texto de Gulliver:
Gulliver estaba atrapado en la isla de los gigantes ya que allí era un ser extraño y diminuto.
Le querían de mascota porque nunca habían visto a un ser tan diminuto en su isla.
Gulliver decidió hablar con la reina para convencerla de que él era una persona como otra cualquiera, que por ser pequeño no debían encerrarle y usarlo de animal de compañía puesto que todos los humanos tenemos sentimientos y no deben de encerrarse para disfrute de nadie por no ser como los demás.
Tras horas de charla la reina decidió liberarle con una simple condición: que les fuese a visitar de vez en cuando
